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El jamón ibérico y el deporte: la pareja perfecta

Si sois deportistas (o si simplemente tenéis curiosidad), parad un segundo a que os expliquemos cómo funciona el jamón ibérico en vuestra dieta y cómo complementar el resto de vuestra alimentación con este producto.

¿Qué pasa en el cuerpo cuando hacemos deporte?

El cuerpo alcanza su rendimiento máximo a la hora de hacer ejercicio físico, y, por lo tanto, consume más ingredientes de lo habitual. Aunque muchas personas piensan que comer poco es sinónimo de estar sano no hay nada más lejos de la realidad, puesto que el truco está en recuperar ese gasto extra al hacer deporte con una alimentación equilibrada. Es decir, no solo tenemos que reponer los nutrientes habituales, sino que tenemos que rellenar también ese hueco que ha consumido nuestro cuerpo. El mayor gasto que hace un deportista al realizar cualquier tipo de ejercicio físico es, primero, de glúcidos o azúcares y, tras estos, de proteínas. Son estas últimas las que aportan el mayor porcentaje de energía a nuestro cuerpo, ya sea para salir a dar un paseo como para estudiar o trabajar. Además, los músculos están compuestos principalmente por estas proteínas, y sin ellas es imposible que aumente su masa.

El jamón ibérico en la alimentación de un deportista

Como hemos dicho antes, las proteínas es casi lo primero que gasta un deportista al hacer ejercicio físico, por lo que es importante que se repongan cuanto antes o que estén presentes en su dieta del día a día. El jamón ibérico las contiene a grandes cantidades, y esto es muy importante, puesto que las proteínas son muy fáciles de asimilar (por eso se dice que tienen un alto valor biológico). Otro elemento que aporta el jamón ibérico es el hierro, que evita la temida anemia. El hierro es uno de los compuestos fundamentales de los glóbulos rojos (y por eso son de este color). Son los encargados de transportar oxígeno a través de la sangre hasta el último rincón de nuestro cuerpo, y se llevan con ellos el dióxido de carbono que deja tras de sí la actividad celular. Además, acompañando el consumo de jamón ibérico con algún alimento rico en vitamina C, como, por ejemplo, el zumo de naranja, se consigue que el hierro que nos proporciona el jamón se absorba con muchísima más facilidad. Vamos, que merendar un poquito de jamón ibérico y un zumito de naranja es el mayor favor que un deportista le puede hacer a su cuerpo. Y no solo deportistas, claro: al fin y al cabo, en este caso el darse un capricho no está reñido con la salud.

Por otro lado, las vitaminas del grupo B también son esenciales en la alimentación de alguien que hace deporte, pues son necesarias para la producción de energía necesaria para realizar cualquier tarea. Estas están presentes en todas las carnes y, sobre todo, en las curadas, de las que forma parte el jamón ibérico. Y hablando de jamón ibérico, no vamos a perder la oportunidad de recordaros que lo mejor es comprar uno de calidad, con todas las garantías. Os adelantamos que aquí en Olalla tenemos una gran variedad de estos y que, además, gracias a nuestra tienda online siquiera tendréis que cambiar vuestra rutina para conseguirlos, porque nuestro servicio a domicilio se encarga de dejar vuestro pedido allá donde nos pidáis. Eso sí, un consejo: no nos pidáis que lo entreguemos en vuestro gimnasio, pues no será la primera ni la última vez que alguien aproveche para quedárselo…

 

Posted in: Salud

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