La montanera, la mejor etapa del cerdo ibérico
Durante este tiempo, nuestros cerdos ibéricos viven al aire libre en un paraíso, la dehesa. Paseándose y con barra libre de una delicatessen como la bellota. Pero esta etapa es un poco más compleja de lo que parece, lo explicaremos más detalladamente.
¿A qué llamamos Montanera?
Hablar del jamón ibérico de bellota es hablar de la montanera por que no existiría uno sin el otro. Esta última fase consiste en dejar pastar al cerdo por la dehesa entre encinas y alcornoques para que tenga lugar el denominado engorde tradicional a base de bellota. Este alimento rico en ácido oleico aporta diversas cualidades organolépticas a nuestros jamones Olalla. Con un aspecto singular, la bellota se desprende del cascabullo llegada a la madurez, cayendo al suelo donde será engullida por el cerdo. Estos engordarán una media de unos 0,5-1kg diarios.
Podemos afirmar sin duda que la Montanera es la época más esperada del año para el cerdo, que siente y se prepara para cuando llega el invierno y caen las bellotas de las encinas y alcornoques. Durante la Montanera, el cerdo puede llegar a doblar su peso alimentándose de bellotas y hierba. Es un cerdo feliz.
Durante los más o menos dos años de vida, el cerdo pasta en la dehesa mediterránea, disfrutando de dos Montaneras y de su fruto, la bellota. Además de vivir en su hábitat natural, sin estrés y tranquilidad en la naturaleza, convive cordialmente con otros animales salvajes característicos del bosque mediterráneo.
En conclusión, la Montanera es una parte esencial de la elaboración del Jamón Olalla, ya que la calidad de nuestros jamones depende directamente de Montanera, de sus frutos, árboles, pastos y en definitiva, de su libertad en el mejor entorno posible.
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