Mitos desmentidos: ¿El jamón está salado siempre?
Es un componente esencial por varios motivos. Te contamos cuánto hay de mito y realidad respecto a lo que es un jamón salado.
¿Para qué sirve la solución salada del jamón?
La sal ha sido utilizada por el hombre desde tiempos ancestrales para fomentar la conservación de ciertos alimentos. El salado de la carne, y en concreto el del jamón, combina sal y la pérdida de agua que ésta provoca al principio y durante el proceso de curación. Esta técnica impide el desarrollo de bacterias en la pieza, ayudando a conservar todos sus matices.
La sal no solo ayuda a mejorar la consistencia del jamón, sino también su sabor y aroma, además de activar el proceso de degradación de la grasa de la pieza.
El punto perfecto para salar jamones ibéricos
El proceso para salar jamones depende de unas condiciones concretas a las que se someta: por ejemplo, los curados en el sur de España, como el ibérico de Jabugo, requieren de una mayor cantidad de sal debido a las temperaturas más altas.
El número de días que debe pasar macerado en sal depende del peso de la propia pieza. La temperatura y la humedad juegan también un papel determinante, ya que deben ser los apropiados para asegurar el proceso y regular la cantidad salina.
La sal utilizada en estos procesos debe ser de grano pequeño, ya que según los expertos “sala mejor” el jamón debido a sus cristales más pequeños, los cuales se disuelven con mayor facilidad.
El proceso debe ser correcto y equilibrado, ya que de lo contrario la loncha nos provocaría sed y el jamón, en pocas palabras, sería incomible. Solo los grandes expertos consiguen llegar a este punto ideal de salazón.
En Olalla nos basamos en técnicas que han pasado de generación en generación y unas condiciones únicas para conseguir el mejor producto. Comprueba los ricos matices nacidos del jamón ibérico 100% y cuéntanos qué tal está el punto de sal cuando las lonchas se deshagan en tu paladar.
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