¿Cómo conservar el jamón ibérico?
Las altas temperaturas pueden empeorar la conservación de ciertos alimentos si no los consumimos a tiempo. Toma nota de los siguientes consejos para conservar un jamón en verano.
El jamón ibérico es un manjar que nos encanta disfrutar en verano, ya que el calor derrite más fácilmente la grasa y así podemos apreciar mejor todos sus sabores y matices.
El primer día de disfrute de un jamón puede ser maravilloso pero, a medida que pasa el tiempo, la pieza puede ir empeorando, especialmente en meses de altas temperaturas. El calor es un arma de doble filo y puede afectar a la pieza si no sabemos conservarla, ya que la pieza suda más, pierde más grasa que lo protege y se deshidrata más rápido.
¿Cómo conservar el jamón?
La conservación de la pieza de jamón ibérico en verano requiere de un sitio fresco, como una despensa. El factor principal consiste en alejar la pieza todo lo posible de una fuente de luz o calor directa como el sol o el horno.
Corta cada día unas lonchas para que el corte esté vivo y así la grasa infiltrada pueda florecer y retrasar la deshidratación de la pieza.
No recomendamos guardar el jamón en la nevera salvo que sea en formato loncheado. En este caso, saca las lonchas unos minutos antes de consumirlas para que se adapten a la temperatura ambiente.
¿Cómo conservar los loncheados?
El jamón en formato de loncheado al vacío debe estar siempre en el frigorífico, a una temperatura de 4ºC y puede conservarse durante largo tiempo. Conserva las lonchas y disfrútalas solas o bien combinadas con ese salmorejo fresquito o una tostada. Pero recuerda: ¡saca siempre las lonchas antes de consumirlas para que estén más jugosas!
Y ahora que ya sabes conservar un jamón en verano, debes saber que en la tienda online de Olalla encontrarás el mejor tanto en formato loncheado como pieza. Disfruta de este placer que no entiende de estaciones siempre que sepas cómo conservarlo correctamente para mantener al máximo su frescura.
Deja un comentario
Inicia sesión para publicar comentarios.