Diferencia entre el jamón serrano y el jamón ibérico
Ambos deliciosos, qué duda cabe. Pero de forma significativamente diferente. Si quieres saber en qué se diferencian el jamón serrano y el jamón ibérico, sigue leyendo y descúbrelo. Te daremos todas las claves para reconocer ambos tipos y saber siempre la calidad de lo que estás comprando.
La raza
Primera y primordial diferencia. El jamón ibérico siempre proviene de cerdos de raza ibérica, mientras que el serrano tiene su origen en cerdos de otras razas blancas, como pueden ser el pietrain, el duroc o el large white.
La raza de cerdo ibérica debe ser criada, como su nombre indica, dentro de las fronteras de la península ibérica. En otras partes del mundo no existen las mismas condiciones climatológicas para que este cerdo crezca y se alimente de la misma manera. De hecho, los mejores son aquellos que se crían en la dehesa andaluza y extremeña en libertad alimentándose de bellota. El jamón serrano, sin embargo, proviene de cerdos que se crían en granjas industriales sin posibilidad de salir al campo.
Si compras una pieza entera, puedes ver rápidamente si se trata de jamón ibérico o de serrano con solo mirar el color de la pezuña del animal. Si es clara, es el segundo, mientras que si es negra, proviene de un cerdo de raza ibérica.
El sabor
Llegados a este punto te preguntarás: ¿pero qué tiene de diferente la raza de cerdo ibérica frente a cualquier otra? ¿Por qué es tan especial? Por su sabor. Aunque cualquier otra raza de cerdo se criara en las mismas condiciones que el ibérico, no brindaría una carne tan sabrosa.
Esto se debe a que el cerdo ibérico infiltra grasa en los músculos, proceso que no lleva a cabo ningún otro animal y que hace que su carne sea especialmente tierna, jugosa y de intenso sabor. De hecho, si miras una loncha de jamón serrano y una de ibérico, te darás cuenta de que la segunda tiene vetas de grasa en el músculo, mientras que la primera no la tiene.
En el primer caso, el producto no tiene grasa infiltrada ni tocino. Esa es la razón por la que, como vas a ver a continuación, el tiempo de curación es mínimo y el jamón no adquiere ese sabor intenso que sí posee el ibérico.
La curación
El proceso de curación del jamón ibérico también es diferente al del serrano, ya que requiere más tiempo. Mientras que un serrano puede estar listo en menos de un año, un ibérico necesita entre 24 y 36 meses, en función de si es de cebo o de bellota.
Ahora que conoces las diferencias básicas entre el jamón ibérico y el jamón serrano, no olvides visitar nuestra guía para elegir el mejor jamón ibérico. Así irás un pasito más allá en tu conocimiento de este exquisito manjar de nuestro país.
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