Características de la loncha de jamón perfecta
Sabrosa, suave y llena de matices que explotan en el paladar. La loncha de jamón perfecta existe y puedes reconocerla en función de las siguientes características.
Disfrutar del mejor jamón ibérico evoca un ritual en el que cada paso cuenta: elegir un buen producto, colocarlo bien en el jamonero y utilizar las herramientas necesarias para cortar. Un proceso cuyo último paso consiste en saborear toda su esencia a través de la loncha perfecta y sus características:
Zona en la que cortar
La maza, parte por la que se suele empezar a cortar, cuenta con una cara más curada y otra más blanda. Jugar con ambos contrastes al hacer el corte es esencial para así disfrutar de todos los matices del jamón.
Tamaño y grosor de la loncha
El placer de degustar una loncha de jamón ibérico implica que no nos atragantemos, pero que tampoco nos sepa a poco. ¿El truco? Que no sea ni muy grande pero tampoco pequeña, así que unos 5 cm será la longitud ideal.
El tamaño va ligado a su grosor ideal, el cual deberá oscilar entre los 2 y 3 centímetros aproximadamente. Este manjar debe posarse bien en la lengua y aromatizar el paladar con facilidad a fin de que se deshaga con nuestro propio calor corporal. La loncha perfecta supone el punto de partida a la verdadera experiencia.
¿Qué pasa con la grasa?
La grasa del jamón es monoinsaturada, por lo que es positiva para el organismo. Además, supone un componente esencial, ya que proporciona gran parte de los sabores y aromas de este manjar único. El objetivo es cortar una loncha con unas proporciones de magro y grasa similares.
La loncha de jamón perfecta existe gracias al cerdo perfecto, en concreto, a los ibéricos considerados como los mejores del mundo. En Olalla encontrarás las mejores piezas, además de diferentes packs de loncheados que aportan todos los matices del corte perfecto, marca de la casa.
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